Hubo sin duda, amigo, más señales,
pero quizás la luz fue la primera,
el reflejo del sol en los cristales,
la tarde que se marcha con flojera.
Cambiaron también los animales,
los pájaros soñaban primavera,
se daban esos signos especiales
del viejo rito nuestro de la espera.
Mas sorprende otra vez la maravilla,
por más que es el milagro repetido
de una cosa tan bella y tan sencilla.
Revivir ese sueño conocido
de encontrar que en las calles de Sevilla
el primer azahar ha florecido.
Rafael Dominguez Villa
pero quizás la luz fue la primera,
el reflejo del sol en los cristales,
la tarde que se marcha con flojera.
Cambiaron también los animales,
los pájaros soñaban primavera,
se daban esos signos especiales
del viejo rito nuestro de la espera.
Mas sorprende otra vez la maravilla,
por más que es el milagro repetido
de una cosa tan bella y tan sencilla.
Revivir ese sueño conocido
de encontrar que en las calles de Sevilla
el primer azahar ha florecido.
Rafael Dominguez Villa
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