Ya pasaron los Reyes Magos y los cofrades ponemos rumbo a la Cuaresma, aunque queden casi dos meses para el Miércoles de Ceniza.
Una de las asignaturas pendientes que tenemos los cofrades es precisamente recuperar la Cuaresma, no solo como tiempo litúrgico, sino como tiempo de espera, de preparativos y hasta de ilusión por lo que se avecina.
Ya lo he comentado varias veces en el blog, de un tiempo a esta parte sufrimos un verdadero empacho de procesiones extraordinarias (y mas cosas), que hacen que se pueda perder interés por la Semana Santa y las cofradías.
El tema no es que se hable mucho o poco de cofradías, sino que se le da demasiada importancia a temas más o menos secundarios, llegando a dejar de lado lo principal.
También tengo la impresión que somos bombardeados por una lista interminable de cultos y actos. Esta muy bien que se celebren varias misas solemnes a lo largo del año y velar por la formación de los hermanos, una cosa es esa y otra es agotar a los mas fervientes.
No voy a negar que esta entrada la escribo tras leer el articulo del diario ABC del sr. Cretario titulado Aquellos años.
La Semana Santa dura eso, una semana, lo demás es puro espejismo que nos puede hacer llegar al final de la Cuaresma extenuados.
En nosotros mismos esta el recuperar las emociones de antaño.