Cuando escribo estas lineas la Esperanza de Triana debe estar saliendo de la Catedral, tras algo mas de dos horas de espera por mor de la inestabilidad meteorologica.
En mas de una ocasion la lluvia ha jugado una mala pasada a las cofradias, no solo en Semana Santa. Asi a bote pronto se vienen a la cabeza la coronacion canonica de la Esperanza Macarena, La procesion de regreso de la Catedral de la Virgen del Valle en 1990 (que fue aplazada una semana y al final salio con los plasticos) la concesion de la medalla de la ciudad al Gran Poder, que ya antes habia protagonizado una de las mas famosas anecdotas cofrades en 1965 al llover en el traslado a Nervion en 1965, el traslado de ida de la Estrella para su coronacion, los accidentados regresos a sus templos de la Virgen de las Angustias y de la Virgen del Rosario de Montesion despues de sus respectivas coronaciones canonicas.
Cosas de la vida, en una ciudad tan necesitada por la lluvia, hasta en ocasiones salio de forma extraordinaria la Virgen de los Reyes en rogativa para que lloviera, se cruza en el camino de nuestras cofradias
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